En muchas ocasiones la intención de un acto de habla no se corresponde con el efecto. Decimos algo con una intención determinada y el oyente o receptor no entiende la intención correctamente, por lo que los efectos del acto de habla pueden ser inesperados.
De acuerdo a la intención del acto de habla, John Searle propone la siguiente clasificación:
1. Asertivos o expositivos: El emisor AFIRMA O NIEGA algo con mucha convicción, con la idea de aclarar lo que desea decir o informar. Este acto se realiza al afirmar, negar, confesar, admitir, notificar, explicar, creer, etc.
2. Directivos: El hablante busca persuadir al oyente o lector y lograr que realice una acción determinada, puede ser una orden en forma de pregunta, solicitud o simplemente utilizando el imperativo. Esto ocurre al solicitar, requerir, ordenar, prohibir, pedir, invitar, elegir, aconsejar, etc.
3. Compromisorio: El emisor adquiere un fin, asume un compromiso, independiente si lo cumple o no. Se lleva a cabo cuando el hablante jura, apuesta, promete, garantiza, etc.
4. Declaratorio: El hablante busca modificar alguna situación, para ello posee un grado de autoridad al enunciar ciertas palabras, pudiendo enmarcársele en contextos solemnes. Ocurre al condenar, valorar, reconocer, interpretar, etc.
5. Expresivos: Quien habla transmite su interioridad, su estado afectivo o emocional. Se realiza al agradecer, felicitar, disculparse, sentir, etc.
Aprendizajes Esperados:
Los alumnos y alumnas desarrollan de manera inicial su capacidad de controlar efectos
indeseados de sus actos de habla.
Nivel: NM1
Nivel de dificultad: Medio
Recurso:Guía de Ejercicios
sábado, 18 de abril de 2009
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